sábado, 29 de septiembre de 2012

Serás pobre si sólo trabajas por dinero

El trabajo profesional es una actividad a la que le dedicamos buena parte de nuestras vidas, es nuestra fuente de ingresos, nuestra herramienta de autoafirmación, un espacio para crecer personalmente, nuestra fuente de aprendizaje, camino para ganar en virtudes, etc.

Prácticamente entre 1/3 y ½ de nuestras 24 hrs diarias las dedicamos a trabajar, así que más vale que sea un tiempo que nos haga crecer, porque de otra manera solamente será un camino para la frustración.

No todas las personas tienen posibilidad de disfrutar su actividad profesional, algunos solamente trabajan como medio de subsistencia pero viven “buscando las 6” es decir esperando que su horario de trabajo termine para realmente hacer lo que les gusta, sus hobbies, o sólo llegar a su casa a descargar sus frustraciones.

¿Cuál sería entonces el ideal del trabajo profesional?  Desde mi punto de vista, el ideal es desarrollar una actividad profesional que te apasione o al menos que te genere un genuino interés y que te permita crecer en el plano económico y personal.

Parece fácil pero no lo es tanto, para muchas personas su actividad profesional solamente es un medio para lograr beneficio económico, pero lo sufren; y para otras, al no ser capaces de construir una alternativa de ingresos con lo que le gusta hacer, buscan otras salidas. Lo mejor sería lograr que en aquellas cosas que más te gustan encontrar un camino para generar ingresos.

Algunos elementos concretos que podrías considerar para enriquecer la labor profesional serían los siguientes:

1)      Tener objetivos valiosos. Ponerse metas altas obliga a la persona crecer, a esforzarse, a no resignarse con una medianía para ir cumpliendo meramente el requisito.

2)      Capacidad de decisión. Tener posibilidades de decidir sobre el futuro es algo que hace crecer a las personas, por la capacidad de análisis y síntesis que implica, y la responsabilidad que implican las consecuencias de la decisión.

3)      Excelencia. Tratar de ser mejor siempre, con un verdadero esfuerzo por hacer siempre lo mejor posible dentro de las posibilidades reales sin detenerse demasiado en el esfuerzo que implica. Trabajar con rigor, con exigencia, cumpliendo siempre con los estándares que se requieren en el sector, si es posible excederse.

4)      Trascender. Cuando te pones objetivos valiosos, tomas decisiones que ponen en juego tus capacidades, tratas de hacerlo mejor que nadie y pones generosidad en tu labor, casi siempre logras beneficios y consigues involucrar a otras personas para transmitir tu pasión y entusiasmo, logrando como consecuencia que tus ideas y logros trasciendan a otras personas.

En ciertos ambientes pareciera que los factores de decisión sobre la actividad profesional pasan primordialmente por el aspecto económico, supeditando  todos los demás aspectos al económico; sin embargo, muchas veces no se disfruta la actividad profesional, se sufre.

A muchos jóvenes no se les anima a desarrollar sus talentos porque se les aconseja a dedicarse a cosas en las que hay mucha demanda laboral, cuando sus talentos son adecuados para las artes o las humanidades. Tal vez el camino debería ser el inverso, cuando una persona disfruta lo que hace y trata de ser el mejor en su categoría muy probablemente tenga éxito porque logrará inspirar a los demás.

El aspecto económico siempre es importante, porque es nuestro medio de generación de recursos, sin embargo dejar la perspectiva del trabajo sólo como una fuente de dinero es una visión demasiado pobre. Dedicamos tanto tiempo a trabajar que debe ser un instrumento fundamental de desarrollo personal, de aportar a la sociedad y de ser cada vez mejores personas.

Si nos preocupáramos un poco más por ser felices dedicándonos a lo que más nos gusta, tratando de ser los mejores y aportando a los demás generando inspiración, probablemente también podríamos ganar más dinero, pero seguramente, sin duda alguna, seremos más felices.

Jorge Peralta

@japeraltag


@innovadisrup

No hay comentarios:

Publicar un comentario