sábado, 26 de enero de 2013

Que sólo dependa de ti


En las últimas semanas me ha llamado mucho la atención un perfil común en nuestro tiempo que suelen responsabilizar a otros de la situación por la que se atraviesa. Es justo el reclamar y demandar todo aquello que nos corresponda y que no nos sea dado, sin embargo puede ser compatible con este justo reclamo el poner los medios para que lo que te sucede dependa mayoritariamente de ti, de forma que te sintonices en que funciones más en clave de oportunidad que en clave de queja. Si, hacer que sólo dependa de ti.

Hay ciertas habilidades que se forman más allá de la educación formal, todas aquellas cosas que no caben y que a nadie le interesa que lo anotes en un curriculum pero que en el momento de la verdad resultan igual de necesarias que los conocimientos específicos de tu profesión: saberse vender, saber aprender, entender de otros temas más allá de los conocimientos específicos de mi profesión que constituyen un bagaje multidisciplinar que rompe con el paradigma actual de la fuerza de trabajo en una organización tradicional.

Así como las empresas se plantean no solamente ser los mejores en su sector sino también ser diferentes y mantenerse en el gusto de sus clientes, así también los profesionales de cualquier disciplina deben plantearse en ser mejores y ser diferentes, tener una propuesta de valor particular, que los distinga de los demás.

La mayor parte de las personas que dejan de construir su talento terminan por “pasar de moda” por anquilosarse, por dejar de crecer, dejar de aprender y comenzar a vivir del pasado, de su networking viejo, de su apellido (si lo tienen). Desafortunadamente para ellos, en la nueva economía esos factores comienzan a perder valor, cada vez se requieren nuevos talentos que permitan a las personas funcionar en ambientes mucho más complejos y competidos.

Es momento de plantearte con toda seriedad, ¿qué voy a hacer los próximos 30 años de mi vida?, ¿de que viviré si me despiden mañana?, ¿qué sucederá si un cambio tecnológico provoca que mi ocupación profesional cambie radicalmente? Aunque parezca lejano, no hay plazo que no se cumpla y el futuro se comienza a construir HOY. Siempre es momento oportuno para plantearse una visión ambiciosa y alcanzable para posteriormente definir rutas para lograrla y dar los primeros pasos con acciones concretas para avanzar en ello. Te recomiendo ampliamente el libro de Alvaro González Alorda "los próximos 30 años".

Tal vez una ruta para lograrlo puede ser la siguiente:

1.     Elige una actividad que de verdad te apasione o elige un nicho en lo que tengas capacidades para desarrollarlas en él.
2.     Busca sobre ese tema y aprender todo aquello que te haga falta para que seas una persona que domina el tema.
3.     Construye una red con todos aquellos que les interesa y están metidos en ese tema o disciplina, ya sea como proveedores, consumidores, profesores, puntos de referencia, etc. Será tu deber leer y aprender sobre los últimos adelantos de esa disciplina, para poder opinar, hablar, aportar y recibir de otros.
4.     Transmite todo lo que aprendas y hagas en ese terreno, aprovecha la red para hacerlo, para dar y recibir.
5.     Pierde el miedo, ningún sabio nació con el conocimiento incluido, lo fue construyendo con esfuerzo, tiempo y mucha paciencia.
6.     Da tus primeros pasos, sin postergarlos para cuando tengas algo más perfecto. Hecho siempre será mejor que perfecto; los momentos ideales para comenzar no existen.

    Hoy el conocimiento esta al alcance de quien lo quiera obtener, la tecnología ha democratizado de alguna forma el conocimiento del tal forma que ahora el principal obstáculo esta en la voluntad de las personas en alcanzar sus metas. 
  
    Es momento de adquirir una mayor responsabilidad sobre el futuro profesional de uno mismo, la satisfacción y la retribución están ligados a ello. Haz lo posible para que sólo dependa de ti.

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup

sábado, 19 de enero de 2013

¡No me alcanza el tiempo!


Es común que los emprendedores dejemos asuntos pendientes cada día, que no sean suficientes las 12, 14 o 16 horas que dedicamos diariamente a nuestras actividades profesionales.

Es verdad que comenzar una nueva empresa es demandante, pero podemos escudarnos en esa realidad y al mismo tiempo dejar que se introduzca en nuestra agenda el vicio del desorden.

No se trata de poner horarios que se deban cumplir a rajatabla, pero si ponerle una agenda a nuestro día que nos lleve a balancear no solamente las actividades profesionales sino también aquellas otras que son necesarias para otros aspectos de nuestra vida como puede ser el tiempo destinado al deporte, a la familia, a la vida social, al descanso, etc. Estar prevenidos contra el workoholismo también resulta necesario, no siempre trabajar más horas nos hace más productivos.

La raíz principal de esta problemática suele estar en la forma en la que asignamos prioridades, decidir qué debemos hacer y en qué momento hacerlo. Si nos encontramos en una etapa en la que estamos construyendo un equipo de trabajo con gente joven que todavía está en proceso de formación, se vuelve un asunto de vital importancia para ellos, para nosotros y para todos los que nos rodean.

Vivir la virtud del orden, no resulta un tema menor porque detrás de ella esta nuestra eficacia en muchas de las tareas que debemos realizar, consiste en hacer lo que debemos hacer y estar plenamente en lo que hacemos. Debemos dar espacio para que todos los asuntos quepan y sólo tenemos 24 hrs al día, en el que también es requerido dormir.

Es usual que el multi-tasking se vuelva algo común en los emprendedores, son tantas las tareas que debemos realizar y tan poco el tiempo con el que contamos que inconscientemente hacemos varias tareas al mismo tiempo, como responder correos en juntas, etc. Hacerlo una vez resulta necesario, pero hacerlo siempre va generando hábitos que no resultan del todo favorables para nuestro desempeño, más aún cuando tratamos a otras personas o debemos resolver asuntos que requieren toda nuestra atención, justo para terminar la actividad en el tiempo previsto y que el resultado sea favorable a la primera, evitando re trabajos y pérdida de tiempo.

Los emprendedores no tenemos margen de maniobra, muchas veces porque tenemos muchas tareas que todavía no son delegables o porque no tenemos la estructura necesaria para sacar todos los pendientes, sin embargo podemos caer en la tentación de extrapolar esa dinámica a los demás aspectos de nuestra vida: no tener tiempo libre, descuidar nuestras relaciones personales, no descansar lo suficiente, hacer ineficaz el trabajo de los demás porque les hacemos perder el tiempo al no vivir la puntualidad, no prestar atención por estar metidos en otros asuntos, estar conectado eternamente al correo o a los chats para responder en todo momento lo que nos requieran, no escuchar porque estamos con nuestra atención dispersa, etc.

Es posible que en ciertos momentos trabajar al tope sea requerido, suele suceder en los inicios, pero permanecer a largo plazo con esa dinámica terminará por cansarnos y hacernos muy ineficaces al querer improvisar cuando deberíamos prepararnos más para una reunión a riesgo de que los demás se den cuenta de que no estamos haciendo nuestro trabajo bien, dejando un precedente para que el resto de la organización comience a tener los mismos descuidos y aquella nueva empresa adquiera vicios que no la dejarán convertirse en la mejor de su campo, y lo que es peor: pagar el precio de perder el liderazgo del equipo.

Cuidar los horarios requiere disciplina, y requiere el convencimiento de que vivir el orden no es de psicópatas o de señores del siglo pasado, sino es el principio de aprovechar mejor las horas, de hacer más productivo nuestro día. Llevar una agenda, compartirla con los demás para que podamos trabajar en equipo, saber cumplir las citas y los compromisos, tomarse el tiempo debido para los traslados, no darle más tiempo a las pláticas sin sentido o a llamadas innecesarias, podrá el ser el principio de poner cada cosa en su sitio.

Es necesario incluir en la agenda temas relevantes como:
1) Exigirnos un horario amplio para cubrir todas las necesidades.
2) Descansar lo necesario, cada organismo es distinto y necesita un número específico de horas para dormir.
3) Darnos tiempo libre para hacer deporte y otras actividades de esparcimiento y socializar, etc.
4) Necesario rescatar algunas horas para estudiar, prepararnos, asistir a un curso, etc., de otra forma caerás rápidamente en la obsolescencia.
5) Tiempo para tu familia y los seres queridos. Tiempo de calidad y también en cantidad, ambos son absolutamente necesarios
6) Tiempo para los demás. Ayudar a un amigo, visitar a un hermano, atender un compromiso familiar, etc.
7) Tiempo para enriquecer el alma: para convivir con la naturaleza, el arte y todo aquello que alimente tu espíritu. Si eres creyente date tiempo para tu trato personal con Dios.

El tema de verdadero fondo será contar con un criterio claro para priorizar nuestras actividades, definir cuáles son aquellas que son importantes para nosotros y para la empresa, cuales son claves en las operaciones de negocio y cuáles pueden esperar para un mejor momento; aprender a decir “no muchas gracias, en esta ocasión no podré acompañarte pero nos mantenemos en contacto para la siguiente invitación”.

Sin caer por otro lado en la falta de flexibilidad y cambiar de planes cuando así sea requerido, cuidar los tiempos: comenzar a la hora y acabar a la hora nos permitirá aprovechar mejor hasta el último minuto del día para estar disponible en los demás aspectos de nuestra vida que casi siempre resultan ser más importantes que nuestra propia actividad profesional.

Si no sabes exigirte a ti mismo será difícil que sostengas un crecimiento profesional que te exigirá siempre mantenerte en la mejor forma física y mentalmente. Aprovechar el tiempo es el arte de saber cuándo trabajar y cuándo dejar de hacerlo para dejar espacio a cosas más importantes.

Jorge Peralta
@japeraltag
@innovadisrup

sábado, 12 de enero de 2013

Colaboración. ¿Cuánto vale tu red?


Está claro que difícilmente podremos lograr nuestros objetivos sin la colaboración de otras personas, de otros talentos.

Pareciera que “Colaboración” se ha convertido en una palabra clave en nuestro tiempo, sin embargo la colaboración requiere una serie de cualidades que no son fáciles de lograr porque implican poseer una seguridad personal importante que nos permita aportar y recibir sin el riesgo de perder autenticidad.

Detrás de la falta de colaboración existe muchas veces la inseguridad de mostrar nuestras debilidades, situación que se muestra en dos sentidos:

1)      No darme a los demás por miedo a compartir lo que tengo y entonces perderlo

2)      No pedir ayuda porque los demás descubrirán mis debilidades.

Si no somos capaces de compartir nuestro talento con los demás, será difícil que los demás compartan sus talentos con nosotros y así estaremos provocando un aislamiento que la mayor parte de las veces es estéril.


Es necesario plantear esquemas en los que se pueda compartir el talento a través de una red de colaboración en la que todos los participantes puedan ganar, y al mismo tiempo dar. Para lograrlo son necesarios algunos elementos que mencionaremos a continuación:

1)      Objetivos comunes y grandes.

Es indispensable contar con objetivos comunes que sean nuestro primer lazo, sin ellos no se entiende la colaboración. Sin un objetivo inspirador será más complicado unir voluntades. Objetivos comunes, metas grandes, que inspiren. Estos objetivos necesitan alimentarse, actualizarse, no pueden quedarse estáticos.

2)      Liderazgo

Dar el primer paso, no esperar a que el otro comience, el líder va por delante. Esta actitud acaba por arrastrar a los demás, es contagioso.

3)      Saber compartir.

Entre más compartamos a nuestro alrededor estaremos construyendo un ambiente de colaboración y confianza, en el que paulatinamente venzamos esa tendencia al aislamiento y donde provoquemos la posibilidad de que las personas se sientan con la confianza de ser ellos mismos, aportando su talento al grupo.

Aún cuando en un inicio no todos se acerquen para compartir sino para ver que beneficio obtienen, la lógica de la generosidad acaba imponiéndose y los que no la entienden acaban marchándose.

4)      Entender la diversidad

La diversidad no es un obstáculo, al contrario, la diversidad hace que las posibilidades de amplíen y permita enriquecer los puntos de vista, los ángulos de análisis. La diversidad permite ampliar las posibilidades de ámbitos en los que se pueden lograr conexión con otras personas, con otros ambientes.

5)      Espacio para conocerse.

Es necesario conocer los talentos de los demás para entender que podemos aportar y en que nos podemos beneficiar del talento de los demás. Para ello es necesario tener espacios de convencía que permitan la construcción de lazos y empatías. Si no se dedica tiempo para “perderlo” inteligentemente con los demás no podrás conocer el potencial su talento.

6)      Comunicar bien.

Los demás no son adivinos, necesitan enterarse periódicamente de cuáles son tus temas, tus objetivos, tus anhelos, tus luchas, de otra forma como podrán aportarte o como podrán pedirte ayuda, esta es la mejor forma de provocar los temas comunes o bien de compartir tu inspiración con otros.


Estos 6 factores son las claves para formar una red. No me refiero a las herramientas de redes sociales, éstas serán un buen instrumento para interactuar y comunicar, me refiero más bien a lo que hay detrás de ellas, a esa red de colaboración y confianza que va logrando todo profesional de alto impacto. Qué seguridad aporta el saber que cada que necesites algo habrá quien pueda tenderte una mano y de las misma forma que los demás sepan que pueden contar contigo.

Ganar el juego significa siempre sumar puntos, pero en el juego de la vida real no se puede sumar sin antes dividir, sin antes compartir, de otra forma se corre el riesgo de quedar aislado. En este ambiente de alta competitividad, los más talentosos están conscientes de que solos pueden muy poco, que siempre necesitan de otros para lograr sus metas.

Sin una red que te apoye no se llega tan lejos como lo proyectan los sueños. ¿Cuánto vale tu red?

Jorge Peralta

@japeraltag

www.innovaciondisruptiva.mx

sábado, 5 de enero de 2013

Emprendedor si o si


Dentro de muy poco tiempo, el trabajo profesional ya no será como lo conocemos ahora. Serán pocos los formatos en los que una persona se contrata en exclusiva para una empresa con un horario fijo y un sueldo fijo. Las quincenas como tal tenderán a desaparecer.

Trabajo como tal habrá mucho, siempre hay problemas que resolver, pero empleos, tal y como los conocemos ahora se van a transformar.

La competencia profesional cada vez será mayor, personas que estén sobre preparadas para las labores que demande el mercado también, de tal forma que solo los mejores o los que se puedan vender mejor serán los que tengan mejor ingreso.

Ese nuevo profesional será su propio jefe, pondrá sus propios horarios, elegirá sus vacaciones, tendrá su propio plan de retiro, sus propias “prestaciones”. Pero ese nuevo profesional deberá prepararse para ese escenario, deberá contar con algunos atributos que lo hagan no solo mejor, sino también diferente, tal vez podríamos decir hasta único.

Todos tenemos la experiencia de aquel compañero que sacaba estupendas calificaciones (10, 100 o sobresaliente) estaba siempre en el cuadro de honor, lo cual está muy bien, pero que pasados los años tuvo una vida profesional más bien gris, ordinaria. También recordamos a aquel compañero, simpático, listo, ocurrente, con calificaciones buenas pero no comparadas con los sobresalientes del caso anterior, que con el paso del tiempo se convirtió en un profesional exitoso.

No es esta una invitación a la mediocridad en los estudios sino a darse cuenta que existen otras cosas, que hay otro tipo de conocimiento que no va directamente relacionado con la inteligencia como suele conocerse sino con otro tipo de “inteligencia”. No es suficiente tener una inteligencia sobresaliente para lograr el éxito profesional. Lo que realmente hará la diferencia será el trabajo duro que pongas en construir tus capacidades y en ponerlas a juego contantemente porque el trabajo en si mismo te hace perfeccionarte y mejorar día con día.

Antes había hacendados y peones, patrones y obreros, gerentes y empleados, en el futuro solo habrá profesionales del alto nivel o profesionales estándar. Esos profesionales de alto nivel serán emprendedores si o si, porque tendrán que construir una propuesta de valor atractiva que les atraiga clientes, que los contraten por un proyecto o que los contraten por la mayor parte de su tiempo disponible, de una u otra forma serán profesionales con marca personal trabajando para ellos mismos, ya sea en una empresa o bien trabajando por cuenta propia.

Los profesionales de alto nivel serán aquellos profesionales con marca personal que se forman constantemente para ser una referencia en su materia, que van ganando en prestigio por la buena experiencia que van logrando con sus clientes, porque van generando un trabajo valioso y escaso, que la gente va reconociendo por su buen hacer, que va generando una “buena fama” de prestigio, de clientes que lo recomiendan, de mucha gente que lo conoce y que sabe a qué se dedica.

Un profesional de marca personal se vuelve poco a poco una figura pública, que comunica de forma constante información valiosa en redes sociales, que publica con cierta frecuencia ideas que a los demás les pueden ser útiles, que de vez en cuando se pueda dar el tiempo para transmitir a los demás sus conocimientos, ya sea en reuniones con jóvenes o en alguna escuela que pueda abrirle sus puertas.

Las personas que logran desarrollar las capacidades para ser un profesional de marca personal terminan siendo muy felices porque se dedican a lo que más les gusta, que afortunadamente coincide con aquello para lo que son muy buenos.

Hoy la esperanza de vida es mayor y por lo tanto tendremos más tiempo para construir y disfrutar de esa actividad profesional que será no solo un medio para obtener recursos económicos sino también una forma de darse a los demás y ayudarles a ser mejores personas.

Jorge Peralta

@japeraltag


@innovadisrup