sábado, 15 de febrero de 2014

El riesgo de volar bajito

Si las águilas se quedaran encerradas en una jaula, se convertirían en aves de corral aún a pesar de sus capacidades innatas para volar alto. Así le puede pasar al ser humano cuando no se exige en función de su potencial; no es fácil encontrar personas con una vocación emprendedora, cuando se descubren, no hay que echarlas a perder con proyectos de poco impacto para dejarlos sólo en auto-empleo.

En los últimos meses me he acercado al emprendimiento de universitarios, principalmente estudiantes universitarios que están a punto de concluir sus estudios. Muchos de ellos llevan algunos años desarrollando algunos proyectos con la expectativa de arrancarlos al concluir su estudios, lo cual a primera vista parecía un camino inmejorable pero que a medida que fui profundizando en el tema me surgieron varios cuestionamientos que te comparto en este post.

Esta experiencia me sirvió para analizar a los tres tipos de actores principales en ambiente: los alumnos y sus proyectos, los profesores y mentores,  así como las  instituciones universitarias.

Alumnos

Tal vez lo que más me llamo la atención no era respecto al potencial de los alumnos como emprendedores sino al potencial de sus ideas de negocio, principalmente porque se trataba de proyectos con las siguientes características:

     1) Negocios tradicionales de servicios de los cuáles ellos son usuarios, como por ejemplo: Cafeterías, lavados de autos, comercializadoras, servicios de nutrición, masajes y tratamientos de la piel, gimnasios, etc.
     2) Crecimiento del negocio familiar. En muchos casos empresa comercializadoras con productos más orientados a los commodies.
     3) Enfoque local. En pocos casos se mencionaba que se pensara en un mercado global, más bien se querían atender mercados muy locales y en ocasiones nichos muy precisos.
      4)   “Lo vi en…….” La copia de modelos de otros países como fuentes de inspiración.
      5)   Negocios de auto-empleo que no trascienden la necesidad del que lo lleva a cabo y que no tienen un impacto relevante en su entorno.

Por otra parte me llamó profundamente la atención las motivaciones de los jóvenes para emprender, en su mayoría mencionaban: “no tener jefe”, “tener mi propia empresa”, “no depender de nadie”, etc. Todas ellas muy válidas pero en la mayoría de los casos sin trascender a la propia persona.

Al platicar con muchos de ellos les atrae de una forma importante las ventajas de tener una empresa y ser independiente, pero no están conscientes del precio que eso implica. Incluso, me atrevería a decir, que existe permanentemente una pereza por ponerse retos grandes por plantear grandes ideas, por resolver problemáticas importantes que afectan a nuestras ciudades.

En la mayoría de los casos se piensa en los proyectos como un escalón para cumplir el requisito de una materia y no como una posibilidad verdadera y realista de emprender al concluir sus estudios. El tamaño de los proyectos es directamente proporcional al esfuerzo y reto que estén dispuestos a aceptar.


Profesores y Mentores

Cuando trate de indagar un poco más con sus profesores, me impacté por su buena disposición y ganas de ayudar, pero me enfrente también con la poca exigencia por ponerles retos grandes, por impulsar que sus proyectos tuvieran otra visión y otro alcance. Más bien los sentí como, “tu trae tu proyecto y aquí lo revisamos para que cumpla”.

Algunos de ellos tienen experiencia empresarial como directivos de grandes firmas pero pocos, muy pocos, experiencia empresarial. El gran problema de la experiencia directiva en grandes firmas es que existe una visión de la empresa demasiado corporativa y una gran aversión al riesgo, lo que provoca que sus procesos de análisis sean largos y poco enfocados.

Aún cuando las buenas intenciones son básicas, no tienen un plan de estudios que los capacite permanentemente en herramientas y experiencias que los capacite para ser una ayuda eficaz. Afortunadamente esta situación va cambiando y existen varios de ellos con el empeño firme por aprender y transformarse. Los alumnos ven ese esfuerzo que termina transmitiéndose e inspirando, pero queda la sensación de que institucionalmente no se dan pasos para facilitar que los profesores mentores dediquen verdaderamente tiempo para involucrarse en los proyectos de sus alumnos debido al tiempo que se dedica a lo académico o a lo administrativo, o bien porque se rompen algunos esquemas tradicionales respecto a la función de los profesores.


Instituciones Universitarias

Una de las funciones de la universidad es generar conocimiento y desarrollar talento. En un escenario económico en el cual la incertidumbre tiene un lugar importante, la generación de conocimiento se mueve a una velocidad impresionante de tal forma que la posibilidad de obsolescencia crece.

Por otra parte, el tema emprendedor esta relacionado fundamentalmente con la praxis. De manera más evidente que en otras disciplinas, la práctica es fundamental y no se aprende más que en la acción. No se puede confundir la enseñanza sobre algunos aspectos del emprendimiento con la enseñanza para emprender.

Emprender requiere en la mayor parte de los casos validar que las hipótesis de partida sean validadas y eso exige salir del Excel y del power point para pasar a la realidad. Nunca me han presentado un proyecto que pierda dinero, en el Excel ¡Todos ganan! Y a la hora de la verdad muchos de ellos fracasan.

La seguridad y madurez del conocimiento que se enseña en muchas instituciones no se actualiza con la rapidez y nivel de incertidumbre que el mundo emprendedor requiere. Pareciera que la universidad en muchos casos no le aporta al emprendedor el apoyo que necesita, ya que lo capacita con un conocimiento adecuado para empresas maduras y en funcionamiento, pero no para un startup que requiere de otras capacidades y otras herramientas.

Por último, se mantiene vigente la tentación de dejarse llevar por las modas y traer la última moda de herramientas de las universidades norteamericanas sin el más mínimo análisis para ver su conveniencia o su necesaria adaptación al contexto local.

Algunas conclusiones

El tema emprendedor continuará tomando fuerza y marcando moda, sin embargo no todo será aprovechable porque falta profundidad, foco y entender que cada ecosistema emprendedor tiene sus particularidades con requerimientos muy precisos que no se pueden soslayar.

Los profesores y mentores pueden ser una gran fuente de inspiración, pero sólo un emprendedor puede enseñar a emprender, así como solamente un médico cirujano puedo enseñar cirugía. A nadar sólo se aprende nadando y por alguien que sabe nadar.

Debemos continuar poniendo todos los esfuerzos por sacar a la juventud de la zona de confort para ayudarlos a pensar en grande, si no son ellos ¿Quién? , si no es ahora ¿Cuándo? Vamos avanzando, lentos pero avanzando.

Cuando vuelas alto te puedes matar, cuando vuelas bajito también, se disfruta más volando alto, elige volar alto. Trata de volar alto tú mismo, aunque cueste, de otra forma será difícil sino se pone el ejemplo e inspirar a mucha gente que confía en ti.

Jorge Peralta

@japeraltag

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