sábado, 5 de julio de 2014

La influencia de los padres en la vocación emprendedora de los hijos

Como parte de una investigación que vengo realizando para comprender mejor el ecosistema emprendedor en México y la formación de emprendedores de alto impacto, he venido realizando algunas entrevistas con fundadores de startups. Todavía no han sido un número suficiente que me lleve a conclusiones contundentes sobre algunas de mis hipótesis, pero tal vez una de las cosas que mas me ha llamado la atención es la influencia que tienen los padres en la formación de los nuevos empresarios.

Si, aunque parezca un tema obvio, hay capacidades necesarias para la formación de una nueva empresa que se aprenden en la casa y directamente de la convivencia con los padres. Es más probable que un chico aprenda de austeridad, de riesgo, de incertidumbre, de esfuerzo por lo que vive con sus padres, que lo que puede aprender después a lo largo de sus estudios en todas sus etapas.

En muchos países como el nuestro, hasta hace muy pocos años, no interesaba construir capacidades emprendedoras en las personas, por ello decía en otro post, un poco en broma y un poco en serio, que cuando una persona emprendía nos tendríamos que preguntar si sus estudios universitarios fueron un apoyo o un obstáculo para lograr sus objetivos.

En la educación empresarial, existe una visión demasiado corporativa de la realidad. Los ejemplos que se estudian, los modelos a seguir son los de las grandes empresas. Los programas de MBA´s por todo el mundo, salvo honrosas excepciones, entrenan más para ser un buen directivo que para ser un empresario. Hay un énfasis más en administrar lo que ya esta funcionando que por construir nuevas propuestas. Es más frecuente que los profesores tengan experiencia directiva que experiencia empresarial.

En las entrevistas que llevo registradas hasta este momento, un alto porcentaje de los fundadores de empresas ha vivido tres tipos de experiencias:

  • La experiencia empresarial de alguno de sus padres. No importando si las experiencias fueron exitosas o no terminan marcando la visión de los hijos respecto al esfuerzo y pasión que ponían para lograrlo.
  • No pertenecen a un círculo social en el que las influencias y apellidos tuvieran un peso preponderante. De la misma forma tampoco se trata de personas con un origen en la base de la pirámide. En la mayoría de los casos se trata de clases medias que avanzan como fruto del esfuerzo de sus padres.
  • Reciben influencias encontradas en sus estudios que pocas veces les impulsa a correr el riesgo de emprender.
Las condiciones sociales en las que se nace, se desarrolla y se adquieren los primeros aprendizajes para la vida don determinantes en la adquisición de competencias que posteriormente permiten a una persona asumir los riesgos de fundar una nueva empresa.

Estos aprendizajes se vuelven especialmente importantes cuando a lo largo de los muchos años de estudio que tiene la formación profesional no se incide intencionalmente en desarrollar esas competencias innovadoras y en ocasiones, seguramente sin intención de ello, se van construyendo paradigmas que impiden a las personas adquirirlas. En otros casos cuando a pesar de todo las adquieren, esas personas se convierten en personajes demasiado incomodos para muchas organizaciones porque rompen con el status quo y promueven salir de la zona de confort donde muchos han construido sus fortalezas.

Formar competencias emprendedoras desde temprana edad sería un puntal a nuestro desarrollo económico al permitir que muchas más personas tuvieran una formación adecuada para convertirse en empresarios. De otra forma, no se lograra construir una nueva y nutrida generación de empresarios que provoque un crecimiento más acelerado de nuestra región. Tampoco se trata de no respetar la vocación profesional de los hijos, al contrario, ese buen ejemplo los llevará a "correr el riesgo" de elegir la vocación que quieran, sin tantos miedos como le sucede a otras personas; correr el riesgo de ser lo que se quiera ser, vivir con pasión lo que haces seguramente te llevará a cumplir tus metas.

Formar nuevos empresarios es hacer patria porque asegura que muchas otras personas que tienen una vocación distinta encuentren el ambiente adecuado para desarrollar su actividad profesional. ¿Llegará un día en el que sea más atractivo para un joven convertirse en empresario que en funcionario? ¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag


@innovadisrup

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