sábado, 23 de abril de 2016

Controlers v.s. innovadores

Cuando los números no van bien, generalmente surgen dos tipos de personajes en la empresa: los controlers y los innovadores.

Los controlers son esas personas que piensan que todo se resuelve con eficiencia, austeridad y control. Volver a las bases, lo que se ha comprobado que da resultados, reduciendo gastos en todo aquello que no sea indispensable. Usar el poder y la jerarquía para apretar a los empleados, a los proveedores y si se puede, también a los clientes, serán cuidadosos de todo aquello que represente un egreso, apretarán el gasto hasta donde sea posible, y si se puede más, más. Nada de correr riesgos, mejor ir por el camino probado, que no hay especio para cometer errores, y cuando estos aparecen, la sentencia del autor es la muerte.

Nadie duda que la receta de los controlers suele ser eficaz en cierta medida, sin embargo, tal vez su único tendón de Aquiles sea que los clientes no siempre se dejan apretar. Cuando un cliente no esta contento buscará alternativas y seguirá siendo cliente hasta que no encuentre otra opción mejor, lo cual, en nuestro tiempo resulta un tanto difícil; casi en cualquier campo existen competidores tratando de aprovechar las oportunidades que los demás dejan sin atender.

Existe otra especie de personajes que son los innovadores, esos que buscan el cambio, que toman algunos riesgos, que están dispuestos a probar cosas nuevas, aquellos que piensan primero en el valor y luego en el costo. Son aquellos que buscan nuevas soluciones para los clientes, que buscan inspiración en otras industrias, que tratan de abrir nuevas alternativas aún cuando corran algunos riesgos.

Ambas especies son necesarias, sin embargo, ese distinto foco, con lógicas completamente distintas deben convivir sin contraposición pero cada uno en el ámbito donde funcionan mejor.

Los cambios que se plantean en una organización para recuperar su rentabilidad, para  buscar más crecimiento y lograr su consolidación, es un tema que tiene diferentes aristas, que no es lineal y que es más complejo que simplemente ponerse creativos o buscar la ortodoxia. Existen ámbitos de la empresa donde deben entrar a jugar los controlers buscando la ortodoxia y otros donde los innovadores deben llevar la pauta para lograr el cambio.

Para entender mejor el ámbito de cada uno conviene diagnosticar cuáles son esos “problemas que nos cierran la puerta” y cuáles son esas ventajas competitivas que debemos construir. Si no somos capaces de resolver los “problemas que nos cierran la puerta” la organización se puede morir de un “infarto”, súbitamente; por otra parte, si no somos capaces de construir ventajas competitivas verdaderamente diferenciadoras la organización podrá morir de “diabetes”, lentamente.

Una combinación de ambos roles, el controler y el innovador suele ser una fórmula de éxito, dónde se meta el cuchillo para cortar todo lo que estorba pero no tanto que corte músculo, y un innovador que vaya proponiendo temas de futuro que vayan transformando a la organización.

Cuando el controler piensa en innovación se le ocurren sólo mejoras que buscan eficiencia, pero le cuesta mucho pensar fuera de la caja. El innovador propone asociaciones locas que a nadie más se le podrán ocurrir pero es necesario irle informando de cómo va su cuenta de gastos para que no se vuelva loco. El innovador requiere de ese caos contenido con una lógica que va más allá de la lógica del negocio conocido.

El esquema de los tres horizontes que explicamos en el post 3 posturas sobre la innovación  podrá ayudarte a clarificar que entre más radicalidad busquemos en el cambio más es necesario el rol del innovador.

La empresa tiene una realidad pendular en la que en ocasiones se requiere el reinado de los controlers y en otro momento del reinado de los innovadores. Lo mejor será un líder ambidiestro que sepa muy bien que rol tomar en cada momento. ¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup




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