domingo, 16 de julio de 2017

Algunas claves para la transformación digital

Existen muchos sectores que tradicionalmente se han centrado en el producto, situación que a dificultado que entiendan los cambios de los hábitos de consumo de amplios sectores de la población y que por lo tanto sus modelos de negocio hayan perdido vigencia; se han convertido en empresas viejas.

La transformación digital para cualquier sector debe ser planteada desde la perspectiva del usuario. Porque es desde el descubrimiento de los nuevos hábitos de las personas lo que nos llevará entender que temas deben digitalizarse y que temas no porque los usuarios esperan otra cosa. Más allá de vender lo mismo pero ahora por canales digitales conviene pensar en nuevas formas de hacer negocio, o resolver nuevas inquietudes de usuarios digitales que no quieren trasladarse a ningún sitio.

Muchos han querido orientar la transformación digital a mejorar la eficiencia de procesos para disminuir los costos de operación, pero eso no es replantear el negocio, es vender lo mismo pero por otros canales.

Existen clientes de diferentes perfiles, desde aquellos que prefieren comprar físicamente, con la seguridad de ver, tocar, sentir los productos; pero otros prefieren correr ciertos riesgos para ganar en experiencia. Repensar las cosas desde cero ha permitido que muchas industrias se transformen hasta la disrupción: hoteles, taxis, retail, servicios financieros, etc.

La decisión de usar o no los canales digitales no respeta la segmentación socioeconómica clásica; depende de los hábitos que en ciertos segmentos de la población han penetrado sin importar su edad, su región, su nivel de ingreso. O bien el mismo segmento prefiere en unas ocasiones lo digital y en otras ocasiones los canales físicos. Nos hemos vuelto raros, somos gente rara que no se comporta como solían comportarse los clientes.

El secreto de la transformación digital está en que la tecnología se integre plenamente  con las capacidades físicas y personales de la organización que les permita fusionarse con la experiencia física del cliente y así forme parte de la gestión completa del negocio.

No se trata de hacer lo mismo pero ahora por internet sino más bien entender que los hábitos de consumo han cambiado y ahora se requiere de experiencias mixtas: algunas en lo físico y algunas de forma digital, todas en con el mismo cliente en la misma empresa pero por diversos canales según la ocasión. En otros casos habrá segmentos que prefieran toda la experiencia en física y otros que le prefieren al 100% digital.

Ante este escenario cambiante la empresa puede hacer las combinaciones que quiera pero siempre por el camino reglamentario: observando al usuario para obtener insights y diseñar sus nuevas experiencias pensando en ellos y no centrados en el producto. ¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

@idearialab


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