domingo, 21 de enero de 2018

¿Te has metido en caminos de mediocridad?

Mediocre viene de la palabra latina mediocris, integrado por dos raíces, medius que significa medio, común; y ocris que significa montaña. Luego entonces mediocre significa que se queda a la mitad del camino, que está a media altura.

La palabra mediocre se usa para definir a aquellas personas que no conciben nuevas ideas para mejorar en sus diferentes ámbitos como el personal o el profesional y por eso pactan con la rutina, prefieren seguir donde están, aun cuando tengan suficientes señales de que no mejorará su situación si siguen como van. Se trata de un pacto para adormilar su conciencia disfrazando su inactividad de prudencia.

El mediocre es la típica oveja infeliz que no se atreve a salirse del rebaño y que critica a todo aquel que se atreve a salirse del camino.

Las causas de la mediocridad son muchas, entre ellas destacan el miedo a no encajar, a ser raro a pensar diferente que los demás; a no estar dispuesto a esfuerzos que pongan en riesgo la comodidad, a poner la tranquilidad por encima de otras metas, a volar bajito por miedo a fracasar.

Desde siempre, los sistemas en los que vivimos buscan estandarizarnos, nos quieren meter en un mismo casillero en el que algunas organizaciones ven adeptos, otras votantes, otras televidentes, otras clientes y tratan de facilitarnos el pensar, nos ahorran pensar para que comencemos a pensar como ellos quieren que pensemos. Para ellos somos todo menos personas con decisión y opinión propia.

La mediocridad es peligrosa, cuando afecta a personas con poder acaban viendo riesgo en todos los talentos que pasan cerca de ellos; son los típicos jefes a los que les da miedo tener gente capaz en sus equipos y prefieren gente medianita, de los que cuestionan poco, prefieren un “sí señor, lo que usted diga” porque eso tolerar la diferencia de opinión no es lo suyo.

La mediocridad no significa estar en la media, la mayor parte de las personas estamos ahí, somos inteligencias medias. Mediocridad significa atacar a todos los que quieren salirse de ella. Cada uno tenemos talento para estar fuera de la media en algo, todos somos únicos e irrepetibles y podríamos sobresalir en algo, por lo menos es esfuerzo. No hay nada que resista una combinación de esfuerzo y talento para lograr los objetivos que te has planteado.

No le tengas miedo al éxito, no le tengas miedo al cambio, no pactes con la comodidad de no correr ningún riesgo.

Tu miedo se termina cuando tu mente se da cuenta de que tú mismo lo has creado.

Retar la cultura dominante, cuestionar el status quo no siempre es bien visto por los demás, a las personas les gustan más las mejores prácticas, los cambios paulatinos, los cambios con poco riesgo. Esta es la razón por la que todo mundo quiere innovar pero no quiere correr el riesgo y muchos prefieren quedarse como están.
¿Cómo lo ves? ¿No has pactado tu también con la mediocridad?

Jorge Peralta
@japeraltag

@idearialab


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