domingo, 4 de febrero de 2018

¿Prefieren mediocres leales o brillantes críticos?

Existen organizaciones que prefieren a los mediocres leales que a los brillantes críticos. Cuando esto sucede es una señal clara de que los liderazgos están flaqueando de su principal objetivo que es hacer que las cosas pasen y construir el futuro es un tema clave en cualquier organización.

Necesitamos del liderazgo para avanzar, para marcar la pauta para superar las dificultades, para plantearse nuevos retos, en resumen para aportar la inspiración suficiente para salir de la zona de confort. Nadie mejor que un líder puede adentrarnos por los caminos desconocidos que nos llevan a nuevas oportunidades, a nuevas metas, a caminos no explorados todavía. Para recorrer la ruta conocida el líder se vuelve menos necesario, con un buen operador que sepa guiar por el camino conocido será suficiente; sin embargo el camino del crecimiento esta con los NO clientes, y eso requiere de meterse en territorios desconocidos.

El management tradicional está enfocado en el “core”; por esta razón, es frecuente que las planeaciones estratégicas de las organizaciones se centren en la explotación del modelo de negocio conocido y ver más allá les cuente un poco más. Es común que los equipos directivos no quieran salir de su zona de confort, de lo que les da seguridad y prefieran dedicarse a eficientar la ejecución.

Tampoco se trata de dar pasos al vacío, pero si de abrirse a la posibilidad de explorar nuevos caminos; sin embargo este foco requiere de un mindset diferente, mucho más enfocado en el descubrimiento y para los directivos requiere de un esfuerzo adicional. Para ir por esos nuevos caminos se requieren líderes que estén en posibilidades de cuestionar el status quo de la organización, que sepan ver más allá de lo obvio, encontrando oportunidades donde los demás sólo ven riesgos y dificultades. Debemos ver la crítica y la discrepancia como un oportunidad para dialogar y para colaborar.

Existen personas que funcionan como estatuas en la organización, les gustan las rutinas, las costumbres, las tradiciones, con un énfasis en el pasado y en lo interno, cuando las oportunidades muchas veces están afuera y pensando en el futuro. Si bien es cierto, se trata de personas eficaces que aportan su valioso trabajo a la organización pero que no son capaces de salirse del scrip, en primer lugar porque sus incentivos están puestos en la ejecución eficaz y en segunda porque meterse en caminos de innovación es cambiar las reglas, y eso no le gusta a la mayoría.

Para plantear esos nuevos retos existen personas que tienen un perfil más diseñado para los cambios, para meterse en caminos de incertidumbre.  personas no siempre son bien vistos por la organización, en ocasiones chocan con las estructuras, con los procedimientos establecidos, con las políticas anticuadas y se vuelven un peligro para el startus quo.

Si tienen la desgracia de tener jefes medianos con poca visión y que se sientan amenazados por el talento y por el cambio, prefieren moverlos de posición o mejor transferirlos a otras áreas o en el peor de los casos prefieren prescindir de ellos. En ese tipo de organizaciones son mejor vistos los mediocres leales que los brillantes críticos.

Nos da tanto miedo el cambio que, como decía la sabiduría popular, es mejor bueno por conocido que bueno por conocer, y se aplica a todas las actividades humanas, la empresa no es la excepción. Es mejor el ejecutor eficaz que el que se hace preguntas de fondo, es mejor el que cuida el status quo que el que busca el cambio, es mejor pasar desapercibido que cuestionar las formas, las metas, los resultados. Es mejor la continuidad que el cambio, o por lo menos es menos incómodo.

Hacer convivir los perfiles que están centrados en el “core” y aquellos que son necesarios para el cambio requieren de un liderazgo ambidiestro y de jefes con seguridad en si mismos y confianza en que ellos deben gestionar la organización para nuevos retos. Trabajar en la diversidad y combinar de forma eficaz el mindset en la ejecución del core y del descubrimiento de las nuevas oportunidades requiere de capacidades directivas ambidiestras que actualmente no son lo más común.

Jorge Peralta
@japeraltag


@idearialab

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